Departamento Ecuménico de investigación

En los espacios de formación del DEI tenemos el privilegio de contar con una diversidad de participantes y organizaciones que enriquecen nuestro trabajo. 

Este año hemos realizado una evaluación que nos permite conocer mejor aquellas huellas que quedan escritas en los diferentes caminares de las personas ex-talleristas y ex-seminaristas, identificando así el trabajo de incidencia que realiza el DEI en las diferentes organizaciones y comunidades que participan de nuestros espacios de formación. 

A partir de una consulta participativa con ex participantes de los talleres y seminarios del DEI entre los años 2016 y 2020, se encontraron datos relevantes sobre el impacto que el trabajo del DEI ha generado a lo largo de los últimos 5 años.

Entre ellos se encontró que han participado más de 22 países de América Latina y el Caribe, así  como más de 430 personas que pertenecen a más de 80 organizaciones. Un 57.6% de organizaciones religiosas y un 42.4% de organizaciones sociales no religiosas.

Se identificaron diferentes tipos de organizaciones según las siguientes categorías:

  • Comunidades de fe (iglesias, órdenes religiosas)
  • Universidades e institutos educativos  
  • Movimientos/colectivos sociales  
  • Comunidades indígenas


Con enfoques temáticos en:

  • Defensa y cuidado de los pueblos indígenas
  • Acción pastoral y acompañamiento en luchas sociales
  • Participación ciudadana e incidencia política
  • Educación teológica y Lectura Popular de la Biblia
  • Juventudes
  • Economía solidaria
  • Distribución y producción de alimentos
  • DDHH
  • Género
  • Investigación

Un 98.5% de las personas consultadas,  expresaron que a partir de su participación en las actividades del DEI el trabajo de su organización/institución/comunidad ha tenido un impacto positivo.  Un 62.1 % reconoce que existen más discusiones en sus propias comunidades sobre las temáticas que cada organización desarrolla, asimismo un 30.3% apunta a que ha habido un incremento cuantitativo en la participación de los procesos de diálogo. Y por último un 7.6% indica que ha tenido mayor éxito en las demandas de su grupo ante personas tomadoras de decisión política.

Por otra parte las personas extalleristas expresan que los mayores aprendizajes son:

 

  • Metodológicos: nuevas herramientas que son incorporadas en su quehacer organizacional. 
  • Políticos: direccionados a fortalecerse ideológicamente y reconocer otras formas de organización y compresión de la realidad. 
  • Organizativos: a partir de reestructuraciones tanto en lo pragmático como ideológico con la incorporación de la perspectiva teológica. 
  • Formación para la vida: experiencia personal de cada participante y el impacto que generó el DEI en sí como líderes y lideresas de sus distintos espacios políticos.


En este sentido un aspecto importante a destacar es que las personas consultadas pertenecientes a los movimiento sociales aseguraron que uno de los mayores aprendizajes fue desmitificar la teología la cual por prenociones y prejuicios eran relacionadas con los fundamentalismo religiosos, pero después de su participación en el DEI lograron comprender la importancia de la teología en cada uno de sus procesos políticos y al mismo tiempo han intentado incluir este enfoque en sus proyectos y reflexiones, tomando en cuenta la fuerza que ha tomado el fundamentalismo neopentecostal en la política latinoamericana. 

 En relación a las comunidades de fe, el aprendizaje es más visible en técnicas y deconstruir dogmas, trabajando desde el pensamiento crítico y al mismo tiempo, comprendiendo la teología desde la pluralidad de saberes y creencias.

Rescatando entonces:

  •  Una mejor comprensión de los contextos sociales, políticos y religiosos
  • La articulación que se construye con otros movimientos, organizaciones y colectivos
  • Una nueva comprensión de los textos bíblicos que es liberadora
  • La creación de proyectos prácticos a partir de lo aprendido en el DEI
  • La obtención de herramientas metodológicas y una mayor participación de las sociedad civil.


En conclusión la gran fortaleza del DEI es la diversidad de personas y pluralidad de saberes que convergen permitiendo que existan aprendizajes multidireccionales que van desde lo más pragmático hasta lo más íntimo de cada persona que participa y enriquece sus procesos de formación. 

 


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